sábado, 25 de junio de 2011

TESORO PARA TODOS


                                            TESORO PARA TODOS

            Hace mil años, en el norte de Europa, en una isla perdida llamada Chuchu…no sé que más... Bueno, vamos al grano. Cuenta la leyenda que el pirata que se atreva a abrir el cofre del tesoro sufrirá una maldición: dormirá hasta que otro pirata abra el cofre.
    
            Un día, un joven pirata, flacucho como una tabla, con los dientes (que son pocos) negros como el carbón al igual que su espesa barba.

            Este pirata, no es uno de los que dice: ¡Arg! Sino que era un pirata que decía palabras tan dulces como la miel, pero era tan feo como el pie de un pescador que lleva cinco años sin ducharse. El pirata se llamaba Artombo. Artombo se enteró de la historia. Preguntó al hombre que escondió el tesoro:
               
             -¿Dónde tienes el tesoro?

            Él tan solo dijo:
    
            -Mientras más grande, menos se ve. Busca en ese lugar.
    
    
            Artombo se llevó días buscando la respuesta, pero no la encontró.
    
            Una noche, con el viento se apagaron las velas del barco. Entonces Artombo dijo:

             -¡Cuánta oscuridad, no veo nada!

            En ese momento se dio cuenta de que la solución a la adivinanza era la oscuridad.
    
            Artombo pensó: “Tengo que darme prisa, lo más  oscuro es la noche y la reina de la noche es la Luna.”
    
            Artombo fue hasta la Luna, a la que le preguntó con mucha dulzura:
    
            -¿Dónde está el tesoro?
   
             -¿Cómo lo voy a saber?
    
            -El hombre que escondió el tesoro me dijo que buscara en lo más oscuro.
    
            -La noche no es, es la boca del perezoso.
    
            -Muchas gracias Luna.
    
            Artombo fue a buscar a un perezoso y cuando lo encontró le dijo:
   
             -Perezoso, tu boca es lo más oscuro del mundo, ella me dirá donde está el tesoro.
    
            -Yooo nooo soyyy. Hayyy algooo máaas oscurooo queee yooo perooo nooo meee acuerdooo el queee.
    
            Empezó a llover y Artombo se despidió. Se refugió en una cueva y se dio cuenta que era lo más oscuro que había visto nunca. Él escribió una nota (por si se quedaba dormido) en la que ponía:
  
      
                                     Enséñale esta nota al alcalde de Chuchurama.
                                    Quería repartir el tesoro entre sus habitantes y dormido quedé.

            Abrió el cofre y no se durmió.
    
            Artombo fue a Chuchurama y repartió el oro. Más tarde se dio cuenta de que había una carta que decía:

         No te has dormido por ser amable.
         Sigue así y conseguirás muchas cosas en tu vida.
                                               Firmado:
                                                              Escondetesoros
      Todos los piratas malvados se hicieron buenos gracias a Artombo.
    
            Antes de que acabe este cuento os diré que he aprendido algo: sé decir Chuchurama.

            Bueno, colorín colorado esta leyenda me la he inventado.

                                    Autoras:    Lucía García García, 4ºA, 9años
                                                      Cristina Huang, 4ºA, 9 años








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