viernes, 28 de marzo de 2014

¡ MUCHO CUENTO...! NOVENA EDICIÓN

A todas las personas que han hecho realidad este libro.





PRÓLOGO
 Esta publicación nace con el deseo de dar a conocer los cuentos e historias inventadas por nuestro alumnado.
Desde nuestro compromiso con el futuro, nuestra escuela aborda en su esqueleto vital, en sus señas de identidad, un aprendizaje en el que se desarrollan las capacidades artísticas y creativas. Aprendizaje que favorece la autonomía del alumnado e intenta estimular el pensamiento crítico, la creatividad y el compromiso social. Nuestra función como docentes es estimular esta necesidad de que el alumnado explore sus posibilidades de expresión, proporcionando un ambiente facilitador de la creatividad, donde no corra el riesgo de ser juzgado, donde tenga los suficientes estímulos y donde cada niña, cada niño, se sienta único e importante, con algo que aportar al grupo. Porque como decía el insigne Pedagogo Paulo Freire, “Estudiar no es un acto de consumir ideas, sino de crearlas y recrearlas”. Y es éste, el objetivo que persigue nuestro Taller de Composición Escrita el de “crear y recrear historias” ; y es de este Taller de donde un jurado, en el que se encuentran representados todos los sectores de la comunidad educativa (alumnado-familia-profesorado), ha seleccionado los textos que modelan este libro. Estoy convencida de que disfrutarán de cada una de sus páginas y saborearán cada una de sus historias, porque rezuman el candor y la dulzura de la infancia. Corren tiempos difíciles y cada vez necesitamos desarrollar más la creatividad en las escuelas para no conformarnos con soluciones preestablecidas. Necesitamos ciudadanas y ciudadanos con espíritu soñador, capaces de crear e inventar nuevas ideas para dar soluciones alternativas, porque precisamos crear y recrear un mundo más justo y solidario.

Mª L. Auxiliadora Bellón Gómez 
Directora del C.E.I.P. “Aníbal González” 
















sábado, 25 de junio de 2011

LA MAGIA DE LOS CUENTOS


 LA MAGIA DE LOS CUENTOS

            Había una vez un duende llamado Legolas. Legolas,es un duende de color azulado muy simpático y querido, que concede deseos a los humanos.
            Legolas lleva una chaqueta sin mangas de color púrpura,unos pantalones y su calzado son unas chanclas de esparto.
            Lemu es un niño africano que no tiene nada que llevarse a la boca. Lleva una chaqueta deshilachada de trapos sucios y viejos.
            Lemu no va al colegio porque el colegio más próximo está a 30 Km.
            En la aldea de Lemu hay un comando de bandas que no dejan salir a nadie de su aldea.
           
            Lemu un día robó una manzana y lo querían decapitar, y su abuelo que era lo único que tenia dio su vida por él, y la ley decía que si un niño se quedaba huérfano tenía que ser un niño soldado, y él es lo último que quería hacer.
            Al día siguiente el Teniente 0, entró en el cuarto donde todos los niños dormían, con 3 mayores más y empezaron a pegarles para que se despertaran.
            Lemu, decidió escaparse con su amigo Timi,y preparó un plan.
            A la noche después de cenar, se escondieron detrás de unos matorrales para que se olvidasen de ellos, pero, entonces el Teniente 0 dijo:
            -¿Y Lemu y Timi? -Preguntó.
            -No sabemos Teniente -Contestaron todos.

            Pero Timi perdió el equilibrio, se cayó y sonaron las hojas. Un niño dijo:
            -¡Ahííí Teniente!
            -¡A por ellos, se escapan! -Dijo el Teniente 0

            Lemu y Timi corrieron, pero, Timi fue alcanzado por una bala de rifle y murió en el acto.
Lemu se escondió tras un árbol que  se abrió y cayó en el interior.             ¡Era una casa subterránea!
            Legolas le dijo:
            -¡No hagas ruido, ya estás a salvo!
            -¡Pe..pero..peroo..no puede ser, eres un elfo!-dijo Lemu asustado.

            -Duende, ¿estás bien? -corrigió Legolas.
           
            -Ah vale, y...no, no estoy bien, estoy mal, mi amigo ha sido abatido por una bala y nadie puede salvarlo -dijo Lemu llorando.
            -Yo sí puedo ayudarlo, ¿dónde está? -dijo Legolas.
            -A unos... mmm... 5 minutos de aquí.
            -¡Vayamos!

            Al llegar vieron una terrible escena, ¡no estaba muerto!, pero se estaba desangrando.
            -¡A la Bin a la Bun ala Bin, Ban, Bun, Lovilisili éh! -dijo Legolas.

            -¡No puede ser, lo has salvado! -dijo Lemu.

            Timi al abrir los ojos se desmayó...
           
            -Llevémoslo a la guarida-dijo Legolas

            A la mañana siguiente Timi estaba como nuevo y se lo explicaron todo. Timi pidió el deseo de que hubiera paz en su aldea, y así fue y Lemu deseó una escuela para poder estudiar y también se cumplió.
            Legolas le dijo a los chicos:
            -Mi trabajo en la tierra ha finalizado. Hasta pronto, os echaré de menos.
            -¿Pero cómo?, ¿dónde vas?
            -Yo vengo de Marte, y mi función era ayudar a un ser humano y volver a mi planeta.
            -¡Adiós, gracias por todo, te queremos! -dijeron los dos niños a la vez.

            Legolas se fue para siempre. En  la aldea de Lemu y Timi reinó la paz. Todos los niños, estaban felices porque tenían escuela. Lemu estaba solo, pero, entonces una familia muy buena, le acogió y nunca más tuvo que pasar hambre.

            Legolas siempre le protegerá desde arriba.

                                                 Autor: Alberto Cerezo Listán, 6ºB, 12 años


LA CABAÑA NÚMERO 13


 LA CABAÑA NÚMERO 13
            En el año 1998 en un campamento, en la cabaña número 13 un muchacho llamado Fhineas Edison se alojó en ella.
            Una noche en la cabaña se escuchó un grito. Los guardias que estaban por allí fueron a ver qué pasaba:
            -¡Poon, poon, poon!- Llamaron a la puerta:
            Después de unas cuantas llamadas más no contestaba nadie, y tuvieron que tirar la puerta abajo. Al entrar en la cabaña vieron huellas de sangre que venían de la puerta del sótano. Abrieron la puerta lentamente, bajaron por las escaleras y vieron un saco lleno de sangre. Rápidamente lo abrieron y encontraron el cadáver de Fhineas Edison.
            -¡Dios mío! tenemos que llamar a la policía.-Dijo uno de los guardias.
            La policía vino y recogieron el cadáver.
            Dos dÍas después la policía arrestó al asesino que mató a Fhineas Edison y lo condenaron a cadena perpetua.
            En el año 2004 una pareja vino al campamento y les tocó la cabaña número 13. Por la noche la pareja que se alojó en la cabaña desapareció. Los guardias buscaron y buscaron por todos los lados del campamento. Y así surgió la leyenda del fantasma de la cabaña número 13.
            En el año 2011 un grupo de niños del colegio Fernán Caballero del curso 6º primaria fueron al campamento y les tocó la cabaña número 18.
            Una vez dejada las maletas y las cosas se fueron todos a la piscina.
           
            Los niños eran los siguientes: Alberto, Sergio, Arturo, JoseÁngel, Dani, Isabel, María, Rocío,y Cristina y los tutores Rafael y Maite.
            Cuando llegó la noche todo el mundo se durmió y dijeron algunos:
            -Menos mal que no nos ha tocado la cabaña número 13. -dijo Sergio.
            -Verdad, porque cuenta la leyenda que en el año 1998 mataron a Fhineas Edison y dicen que todos los que se alojan en la cabaña número 13 el fantasma de Fhineas Edison los mata y no deja ningún rastro. -Dijo Arturo.
            -Venga chicos dormios ya, que tenemos mucho que hacer mañana.
            -¡Siiiiiii profesor!
            En el cuarto de las niñas se escuchó un grito.
            -¡Aaaaaaaaaaaaaaaa!¡aaaaaaaaaaa!
            -¿Qué es eso?¿quién ha gritado?-dijo Rafael el tutor.
            -¿Qué pasa profesor? -dijeron los niños.
            -No os preocupéis quedaos aquí voy a ver qué pasa.
           
            Al abrir la puerta las niñas estaban inconscientes y Cristina y Maite habían desaparecido.
En el suelo había como un líquido verde pegajoso.
            -Buaaj ¿pero qué es esto? Buajjjj.
            De repente del suelo salió un fantasma que derramaba líquido verde, cogió a Rafael y se lo llevó.
            Los niños escucharon al profesor Rafael gritar:
            -¡Aaaaaaaaaaaaaa!-gritó el profesor.
            -¿Qué es eso?¡aaaaaaaaa!.- gritaron las niñas.
            -¿Qué pasa? Tenemos que ir a ver lo que ocurre -dijo José Ángel.
            -Sí, vamos. Dani y Alberto quedaos aquí -dijo Sergio.
            -Sí, quedaos, quedaos a vigilar. -Dijo Arturo.
            -Je, ¡qué suerte! -dijeron Dani y Alberto.
            -Isabel, ¿qué ha pasado?
            -¡Primero salió, después se lo llevó, fue horroroso! -respondió Isabel.
            -Yo sé lo que ha pasado, salió como un fantasma con líquido verde como el que hay en el suelo y después salió y se llevó a Cristina y a la profesora Maite y luego al profesor Rafael. -Dijo María.
            -Ya lo tengo,seguro que ha sido el fantasma de la cabaña número 13 -dijo Arturo.
            -Pero si estamos en la 18 -dijo Sergio extrañado.
            A la mañana siguiente empezaron a investigar toda la cabaña.
            -Alberto,Dani, iros a investigar el sótano con Rocío y María, mientras Arturo, Jose Ángel, Isabel y yo estaremos por aquí -dijo Sergio.
            -No, mejor yo voy a decirles lo que ha ocurrido a la policía-dijo Rocío.
            -No digais nada a nadie si no nos lo estropearán -dijo Sergio.
            Después de varias horas de exploración descubrieron que el número 18 de la cabaña en verdad era el número 13. Lo descubrió María porque cogió un trapo y lo frotó en el número18 y salió el número 13.
           
            -Mirad chicos es la cabaña número 13 -dijo María.
           
            -No puede ser , entonces aquí hubo un asesinato-dijo Arturo.
            Cuando llegó la noche los chicos habían preparado trampas por toda la cabaña.
Entonces desde el sótano se escucharon unos gritos.
            -¡Aaaaaaaaa!¡socooorrooooo!.
            -¡Auxilio!
            -¡Es el fantasma, viene el fantasma!
            Rápidamente llamaron a la policía pero cuando llegó la policía ya era demasiado tarde. Los niños habían desaparecido, pero en el sótano habían encontrado una guarida, y encontraron todos los cadáveres en sacos, hasta los de los niños.
            Dos horas después los policías habían desaparecido, pero entonces...¿Sería real la leyenda?
¿Existiría el fantasma de la cabaña número 13?
                                    Autor: Miguel Gimeno García, 6ªB, 12 años



EL MEJOR CUMPLEAÑOS DE MI VIDA


 EL MEJOR CUMPLEAÑOS DE MI VIDA
            Había una vez un niña que se llamaba Marta.
            A Marta lo que más le gustaba en el mundo era una fiesta de cumpleaños, pero a ella nunca le habían dado la sorpresa de celebrárselo.

            Marta tenía doce años y dentro de un mes cumplía trece. Fue al colegio muy triste y en la hora del recreo, su mejor amiga María se fue para ella y le preguntó qué le pasaba. Marta no quería responderle, pero al final se lo dijo. María le dijo que a ella tampoco se lo habían celebrado nunca.
Marta se sintió más animada al saber que no era la única.
            Ellas dos se lo contaron a otra amiga y esa amiga les dijo qe no se preocuparon que algún día iban a tener la mejor fiesta del mundo.
            A esa amiga que se llamaba Sara, se le ocurrió la idea de prepararle a ellas dos la fiesta qe nunca habían tenido.
            Estuvo toda la noche pensando en todo lo que podía hacer y se le ocurrió una idea. Pensó que la podían celebrar juntar y que se iba a celebrar en un parque de atracciones.
            Al día siguiente no se lo dijo a ninguna de las dos pero se lo contó a los demás amigos de la clase. Les explicó lo que iba a hacer para que le ayudasen a celebrar todo.
            Un día antes del cumple alquilaron un local y llevaron bebidas, toda la comida, globos... etc.
Por fin llegó ese gran día.
            Sara fue a recoger a Marta y a María, les felicitó por su cumple y se las llevó al centro de atracciones y allí estaban todos.
            Ellas se llevaron una gran sorpresa, se montaron en todas las atracciones y se lo pasaron super bien. Después de eso se fueron al local y allí estaba todo preparado, pusieron música, bailaron...
            Marta y María le agradecieron a Sara todo lo que había hecho por ellas.                       
            Para ellas dos lo más importante fue haber estado con todos sus amigos y haber tenido la mejor fiesta de cumpleaños del mundo.
                                    Autora: María Gómez Nieto, 12 años, 6ºB

LAS LOCURAS DE UN PIRATA


LAS LOCURAS DE UN PIRATA
            Hace ya mucho tiempo, cuando los piratas cruzaban los siete mares en busca de tesoros, existió una vez un chico llamado John que, más tarde, descubriría los secretos de la piratería.
            Era un chico moreno, de ojos claros de un verde intenso, era alto, tenía trece años y era
huérfano. Vivía en las calles de Londres… hasta aquel encuentro en una taberna:
            Esa tarde, John se había refugiado en una taberna debido a la lluvia, iba a sentarse en una mesa cuando alguien lo llamó:
            -¡Eh, chico!- John se volvió y vió, asustado, a seis piratas que lo miraban expectantes y, de mala gana se acercó.
            -¿Cómo te llamas?- preguntó el que parecía ser el capitán.
            -John-, respondió.
            -Me resultas familiar, ¿y tus padres?, ¿no serás por casualidad hijo de un tal Óscar?
            -No tengo padres, soy huérfano, pero sé que soy hijo de un tal Óscar -añadió.
            -Tu padre era uno de los mejores piratas que ha habido a bordo de “La Venganza del Océano” pero nos dejó y conoció a esa Ana y se fue con ella. ¿Te gustaría venirte con nosotros? Seguro que tienes las cualidades y el carácter de tu padre.
            John no respondió enseguida, estaba asustado, pero por otra parte, quería saber más sobre sus padres así que… asintió.
            -Bien pues, yo soy el capitán Bill El Terrible, y estos son algunos de los hombres de la tripulación -dijo señalando a los demás-, partiremos al amanecer, y ahora descansa muchacho, nos veremos en el puerto mañana a primera hora, hasta luego.
            Y dicho esto, se levantaron y se fueron dejando solo a John, quien no podía contener su asombro: ¡Iba a navegar con piratas!

            Al día siguiente, estaba listo en el puerto con el capitán y subieron al barco, que era enorme.
            -Partiremos enseguida, ¡alzad las velas! – gritó.
            John vió cómo Londres se alejaba, pensando en sus padres, pero una voz lo sacó de sus pensamientos:
            -Vamos  rumbo a la isla de las Calaveras, dicen que hay un tesoro enorme y que sus habitantes tienen el mapa.
            Así pasó una semana y John se pasaba los días limpiando la cubierta, alzando las velas y charlando con la tripulación sobre qué tipo de tesoro encontrarían. Al fin, el séptimo día un hombre gritó:
            -¡Tierra, tierra a la vista!, -y todos los hombres desembarcaron hacia una isla con forma de calavera.
            Cuando llegaron al poblado, el jefe preguntó:
            -¿Qué queréis de nosotros?-
            Solamente, el mapa del tesoro de esta isla –dijo el capitán.
            El jefe se negó y entonces, el capitán sacó la pistola y dijo:
            -Tráelo si no quieres que te mate.
            John, se interpuso entre el jefe y la pistola.
            -No- dijo.
            Antes, le había gustado ser pirata, pero ahora había descubierto las locuras que hacen los piratas y no le gustaba nada. Le quitó la pistola de un manotazo y la cogió apuntándolo a él, diciendo:
            -Salga de esta isla y no vuelva jamás.
           
            -Eres igual que tu padre -dijo con odio-, no le gustaba matar. Bien me iré, pero me vengaré.
            Y se marchó, y no lo volvieron a ver más en esa isla, pero John sabía que iba buscando tesoros en otras islas, matando a gente. Pero se dijo: “Cuando sea mayor acabaré con él.”
            Y al final se quedó a vivir en la isla de las Calaveras y fue muy feliz.
                       
                                                Autora: María José Minuesa Grau, 6ºA, 11 años 

EL LOBO DE LA NIEVE


EL LOBO DE LA NIEVE
            Ahí estaba la chimenea que ya no echaba humo, tan aburrida como siempre. Hace muchos años sí que se usaba, pero con el calentamiento global hace más calor y no hace falta tener la candela.
            Esa chimenea pertenecía a una casa , donde vivía una familia que la componían un niño y una niña con su padre y su madre.
            Era una familia ecológica de las que hacen manifestaciones para que la gente contamine menos y cuide más el medio ambiente.
            Como les gustaba tanto el medio ambiente vivían en un bosque.
            La niña se llamaba Clara. Una noche que Clara no podía dormir escuchó un aullido de un lobo. Miró por la ventana y vio un lobo tirado en el suelo. Parecía que se estaba muriendo. Entonces Clara fue rápidamente a coger comida y agua para dársela al lobo. Al amanecer el lobo pudo levantarse y se fue. Clara se quedó con su imagen.
            Un día la madre de Clara dijo:
            -Clara ve a por moras al bosque.
            Clara asintió y se fue.
            Andando por el bosque Clara vio al lobo al que ayudó la noche pasada. Corrió hacia él pero el lobo se fue corriendo.
            Por la noche Clara pensando en el lobo tampoco se pudo dormir. Otra vez escuchó su aullido. Rápidamente salió al exterior. Allí estaba el lobo , con su pelaje tan blanco como la nieve.
Clara le dio comida. Todas las noches el lobo iba a ver a Clara.
            Una mañana Clara fue a dar un paseo por el bosque. De repente dos lobos le salieron al camino, parecían que iban a empezar a atacarla pero de repente llegó el lobo de la nieve y ahuyentó a los otros lobos. Desde ese momento el lobo de la nieve y Clara se hicieron inseparables.
                        Autora:  Teresa Martín Mantecón 6ºA, 11 años.

EL VIAJE DE MI VIDA


EL VIAJE DE MI VIDA                                            
                                         
            Tenía la cabeza apoyada en el cristal, estaba cansada, me costaba mantener los ojos abiertos, pues todo el día habíamos estado jugando. “ Esos niños me han enseñado muchas cosas” -pensé-.
            Todo comenzó el día 23 de Abril, cuando el cartero me despertó. Yo soy Clara, una niña de 16 años, morena, alta y con unos pequeños ojos de color verde.
            Me fijé el paquete, era de tamaño… mm, no muy grande. Lo abrí impacientemente, pues ponía en el remite el nombre de mi padre. Dentro había una carta, y el sombrero de explorador que utiliza siempre mi padre. Me pregunté que qué pondría en la carta, así que, sin pensármelo dos veces, la abrí.
             -¡Oh, no!, no puede ser, dije. La carta decía que mi padre… estaba muy enfermo. También ponía que yo debería sustituir a mi padre en su empleo.
             Mi padre trabaja en África, en un colegio muy muy pobre. Se mudó allí cuando mi madre  murió. Desde entonces vivo con mi abuela.
            Cuando acabé de leer la carta fui a secarme las lágrimas, y luego le di la noticia a mi abuela. Ella me dijo que lo mejor sería que yo fuera a trabajar allí.
            Eso hice. Rápidamente hice las maletas, me despedí de mi abuela, cogí un taxi, luego un avión, un autobús, y por fin, llegué al colegio.
            Me sorprendí , pues todos los niños , estaban sentados , aburridos y tristes. Me resultó raro, pues en el “cole”  siempre se está feliz, jugando con los compañeros .. y no aburridos.
            Entré en la escuela , y el director me enseñó todas las aulas. Casualmente me pusieron a trabajar en la clase donde estaba aquel grupo de niños que vi en la entrada.
            Empecé a dar clases , me presenté y dije muchas tonterías, pero nada, no se reían … entonces les pregunté a ellos que por qué estaban tan tristes y aburridos, y por qué no se divertían. Pero no respondieron.
            Pasaron los días, me di cuenta de el por qué. Allí, aunque no lo pareciese, los niños no tenían libertad . Ahora entendía por qué no jugaban en el recreo y no se reían con mis gracias. Entonces, quise ayudarles. Empecé a trabajar lo antes posible.
            Pensaba y pensaba, pero no se me ocurría nada.

            Al día siguiente fui a hablar con los profesores para ver si alguno sabía qué hacer, pues fue lo único que se me ocurrió. Ellos me dijeron que hablara con el director. Y eso hice. Pero él, no me hizo caso, decía que no opinaba lo mismo que yo.
            Fui a mi clase muy triste, pero como no quería que los niños se pusieran peor que siempre, antes de entrar, puse la sonrisa más real que pude. Entré, hice lo de todos las mañanas, les saludé y les conté un chiste. ¡Pero esta vez rieron! No entendía, pero… si cuento el mismo chiste todos los días, pensé. Entonces les pregunté que por qué se rieron.
            Para mi sorpresa, respondieron:
            -Ahora nosotros nos reímos, somos felices, pues nunca nadie se había preocupado tanto por nosotros. Gracias profesora.
            - Esas palabras me llegaron al corazón. Me di cuenta, que lo que de verdad necesitaban era Amor y Cariño.
           
            Llegó el último día, y yo me tenía que marchar, pues mi padre ya estaba mejor y podía volver. Antes de irme, jugué con los niños y me despedí de cada uno de ellos con un abrazo.
            Cuando llegué a mi casa, le conté todo a mi abuela. Se puso muy feliz.
                                                          Autora : Ana Cobano Jiménez, 6ºA . 12 años

    

TODOS SOMOS IGUALES

TODOS SOMOS IGUALES
Erase una vez un niño que vivía en África y sus padres no podían cuidarlo. El niño se llamaba Antonio. Sus padres le llevaron a un internado de España. Antonio estaba sólo, entonces nadie quería jugar con él. Pasaron los años y ya era más mayor, le adoptaron. Se fue con una familia que no era del mismo color qué el pero a él no le importaba. Su madre se llamaba Elisa y su padre Joaquín, eran muy amables.
Un día le dijo su madre adoptada:
Te apuntaremos a un colegio-dijo sonriendo.
Antonio se puso muy contento, así tendría muchos, muchos amigos. Al día siguiente su madre le levantó y le llevo el desayuno a la cama y le dijo:
Vamos dormilón, tienes que ir al colegio-dijo en voz baja.
Antonio se levantó rápido, desayunó, se vistió, preparo su mochila y se fue al colegio.
Nada más llegar a la clase, su señorita fue muy buena con él y muy amable. Todos los niños se reían de él y no sabía porqué se reían de él. Tocó la sirena del recreo, todos los niños se fueron al patio del recreo. Antonio quería jugar al fútbol pero no le dejaban, ellos no sabían como jugaba él al fútbol. Al día siguiente pasó lo mismo hasta que Antonio se enfadó y dijo:
¿Por qué no puedo jugar al fútbol con vosotros?-dijo con tristeza. Le contestaron:
Por que eres de diferente color de piel-dijeron.
Antonio se fue a jugar el sólo, pero jugar sólo no era lo mismo, por que si jugamos con los demás aprenderemos más juegos y cosas.
Al día siguiente vinieron los niños y le dijeron: Perdón, es verdad lo que dices puedes jugar con nosotros.
Antonio se puso muy muy contento. Empezó a jugar al fútbol y ¡era el que mejor jugaba! Ganaron muchos, muchos partidos. Al final su familia se vino a vivir a España y vivieron muy felices.
Autora: ESTHER CASTILLA GUERRERO, 5oB – 11 Años

LA NIÑERA MÁGICA

LA NIÑERA MÁGICA
            Érase una vez en una casa, una mujer que se llamaba Rocío, que tenía una hija y una criada. Como la criada no tenía tiempo de cuidar al bebé entonces estuvo buscando por las páginas amarillas, lo intentó con la primera:
            ROCÍO: -¿Niñera?
            NIÑERA 1: -Sí, dígame.
            ROCÍO: -¿Querría trabajar en mi casa?
            NIÑERA 1: -No, no estoy de servicio ayer se murió mi madre.
            ROCÍO: -Ay, perdone, lo siento.
            También lo intentó con la segunda:
            ROCÍO: -¿Niñera?
            NIÑERA 2: -Sí, dígame.
            ROCÍO: -¿Le interesaría trabajar conmigo?
            NIÑERA 2: -No, lo siento, mi agenda está ocupada.
            ROCÍO: -Perdone,no quería molestarla.
            Hasta que dio con la niñera adecuada:
            ROCÍO: -¿Niñera?
           
            MAGDALENA: -Sí, dígame.
           
            ROCÍO: -¿Le interesaría trabajar conmigo?
            MAGDALENA: -¡Claro!, Me llamo Magdalena. Dígame su dirección.
            ROCÍO: -Avenida de la Paz, barriada Felipe II. Casamansión, ¿ok?
            MAGDALENA: -Ahora mismo voy para allá.
            En la casa de Magdalena.
            MAGDALENA: -¡Tengo que preparar la maleta!
            Magdalena empezó a meter sus cosas en la maleta, ah, y no puede olvidarse de su varita mágica.
            Al cabo de un rato en casa de Rocío.
           
            -Pom, pom, pom.
            DULCE: -Abro yo.
            DULCE:- ¡Hola!, niñera Magdalena. ¿Verdad?
            MAGDALENA: -Sí, efectivamente.
            DULCE: -Pase por favor. La señora la está esperando para tomar el té.
            La niñera Magdalena pasó, entonces la criada Dulce llevó su maleta hasta su habitación. Y después le trajo el té a la señora y a la niñera.
            ROCÍO: -Bueno vamos hablar de mi hija, se llama Rosa, pesa 2 kg y medio y duerme en una cuna.
            MAGDALENA: -Ajá, ajá, ok.
            DULCE: -Bueno Magdalena, le voy a enseñar su cuarto.
            La criada le enseñó su cuarto a la niñera.
            DULCE: -Aquí está su cuarto Magdalena. Si necesita algo me llama, no llame a la señora porque está en su trabajo. Ah y me llamo Dulce-. En ese momento la niñera abrió la maleta y empezó a tirar las cosas por los aires. Entonces la niñera encontró lo que buscaba. ¡Una varita mágica! Cogió la escoba y la hechizó e hizo que volara. Mientras que la niñera volaba, la criada estaba entrando en la habitación. -¡No está la niñera!- La criada corriendo llama a la señora de la casa:
            DULCE: -Señora, señora, la niñera no está, venga rápido.
            ROCÍO : -Ahora mismo voy para allá.
            En la casa cuando llega la señora:
            ROCÍO: -Bueno Dulce, ¿por qué tanta prisa?
            DULCE: -Venga, señora, apresúrese.
            ROCÍO: -Voy, voy.
            En el cuarto de la niñera:
            MAGDALENA: La,la,la,la,la,la.
            DULCE: -Mire señora, la niñera no está.
            ROCÍO: Dulce, ¿me ves?, es que la niñera está ahí. La próxima vez que me llames por esa tontería te llevo al manicomio.
            DULCE: -Sí señora.
            Al día siguiente pasó lo mismo pero algo peor, ¡La llevaron al manicomio! Y estas fueron sus últimas palabras fuera del manicomio:
            -¡Nooooooo! Esto no puede acabar así.
                                    Autora: Ainhoa Escudero Campos, 5ºB